37 Safari fotográfico

Título original: Search for the Mountain Gorillas (#41).
Autor: Jim Wallace.
Ilustrador: Ron Wing.
Fecha de publicación: 1987 (Original 1985).
Número de páginas: 118.
Número de fines: 29 (Buenos: 3 - Regulares: 19 - Malos: 7).

Sinopsis: Eres un fotógrafo y reportero al que le encargan un artículo sobre los gorilas de montaña que habitan entre Uganda y Zaire (actual RDC) para la revista African Naturalist.

Comentario personal: Cualquiera que haya visto Gorilas en la niebla y leído este libro encontrará tantísimas similitudes que lo más inmediato es pensar que Jim Wallace "fusiló" la película de Michael Apted o al menos el artículo de Harold Hayes para la revista Life en que la cinta está basada. Salvo por un pequeño (gran) detalle: dicho artículo, al igual que la biografía escrita por el canadiense Farley Mowat, es de 1987. La película es de 1988. Dian Fossey fue asesinada en diciembre de 1985. Safari fotográfico fue publicado en febrero de ese mismo año, diez meses antes del fatal desenlace.

Dicho de otro modo, como mínimo tenemos que darle a este libro el beneficio de la duda en lo que a material original se refiere. He leído que podría estar basado en experiencias personales de Wallace. Eso no lo sabemos con certeza, pero lo cierto es que la primera vez que el mundo puso en el mapa a Dian Fossey (y, con ella, a sus gorilas) fue en enero de 1970, cuando National Geographic publicó el material que estaba recopilando el fotógrafo (y, a la postre, amante de Fossey) Bob Campbell. Si Wallace estuvo de verdad en África Central viviendo una aventura muy parecida a la del fotógrafo británico (que más tarde trasladó al protagonista de su librojuego) o si simplemente estaba fascinado por el trabajo de Fossey y decidió hacer un homenaje-adaptación, supongo que es algo que ya no sabremos a estas alturas. Pero en cualquier caso hay que reconocer que la ambientación de Safari fotográfico es excelente, y todos los nombres y datos que da son fidedignos: por ejemplo, el Bosque Impenetrable existe de verdad y fue declarado patrimonio de la humanidad justamente por su importancia biológica.

El problema del libro es que más allá de hacer las veces de buen documental, a la historia le falta gancho. Es demasiado plano y previsible, y no ocurre nada que uno no pudiera haber anticipado incluso antes de leerlo: gorilas huidizos, cazadores furtivos, animales salvajes peligrosos, lluvias torrenciales... Un cóctel selvático que, aunque realista, no tiene apenas alicientes.

Por otro lado, así como muchos libros carecen de objetivo, el fallo en Safari fotográfico es que el objetivo es demasiado asequible. Si ya me pareció que encontrar yetis en El abominable hombre de las nieves era demasiado fácil, aquí es imposible no cruzarse con un grupo de gorilas -al fin y al cabo, no viven escondidos, aunque rehuyan al hombre-, con lo cual solo he considerado buenos los fines en los que el trabajo del protagonista tiene un efecto positivo para los gorilas en el futuro. Si hubiera tenido que valorar como buenos todos los fines en los que has fotografiado gorilas, entonces habría que sumar los 19 regulares, porque en todos ellos les haces fotos. Y es que al fin y al cabo lo que te pide la revista son fotos y un reportaje: basta con mantenerse vivo para lograr algo tan sencillo. Por este motivo también hay muchos fines abruptos. En varios de ellos los gorilas rechazan a tu grupo, o escapan y no vuelves a verlos, o incluso los encuentras muertos. Pero, ¿acaso eso te impide conseguir el objetivo? No, porque ya habías tomado fotos previamente. Este es sin duda el mayor punto débil del libro, porque muchos finales te dejan sin saber bien qué pensar, y aunque el tono del fin es negativo, realmente el protagonista consigue lo que se proponía.

Al margen de esto, al tener un marco geográfico tan concreto, el libro sufre del clásico encasillamiento, llegando a resultar muy repetitivo. Si se hace una lectura suelta no pasa nada, lógicamente, pero cuando uno propone leerse el libro entero, hay momentos en los que se llega a dudar de estar leyendo una página ya vista o si simplemente es que la acción es así de parecida, lo cual viene también de lo que dije más arriba, ya que el libro no se sale de lo que cabría esperar y una y otra vez, por tanto, cae en los tópicos de su género. Hay una mini-trama en torno a un volcán que da los mejores fines del libro y se sale un poco de lo esperado, pero todo lo demás, en general, es bastante monótono.

Las ilustraciones, de Ron Wing, son buenas como de costumbre, aunque precisamente los gorilas no resultan su punto fuerte. Me habría gustado ver este libro dibujado por Frank Bolle o Paul Granger, por ejemplo.

En conclusión, es preferible quedarse con lo bueno: puede que Safari fotográfico no sea un libro especialmente entretenido ni original en su desarrollo, pero puesto en su contexto -no olvidemos que fue publicado hace treinta años- resulta atractivo y da mucha información acerca de un entorno y unos animales que, hasta esa fecha, eran prácticamente desconocidos para el hombre. No aguanta muy bien varias relecturas, pero me alegro de que exista.

Puntuación: 5.

3 comentarios:

  1. Las ilustraciones son un poco rudimentarias y el argumento es calcado al de la película Gorilas en la Niebla pero yo también me alegro de que exista este libro !

    ResponderEliminar
  2. Siempre que lo leía me daba dolor de cabeza... le pasa a alguien más?

    ResponderEliminar