Autor: R. A. Montgomery.
Ilustrador: Ralph Reese.
Fecha de publicación: 1987 (Original 1984).
Número de páginas: 116.
Número de fines: 22 (Buenos: 5 - Regulares: 5 - Malos: 12).
Sinopsis: Tú, hábil para analizar datos y buscar soluciones (¿?), y tu hermano Ned, un genio con percepción extrasensorial, sois dos niños con "fama mundial por haber resuelto problemas que nadie más era capaz de abordar" (sic). Esta vez os toca averiguar qué ha pasado con el petróleo de todo el mundo.
Comentario personal: Si alguien echaba de menos al R. A. Montgomery de los primeros libros (Viaje submarino -aunque en España fuera el inmediatamente anterior a este-, Más allá del espacio, Las joyas perdidas de Nabooti) está de enhorabuena, porque en Peligro en la Tierra vuelve a hacer acto de presencia.
Este es otro libro que no había leído nunca antes, de buen seguro porque su ridícula portada me había alejado de él. Obviamente las expectativas no eran nada buenas, pero tengo que reconocer que es tan malo que ha logrado sorprenderme. Además, no ha sido necesario esperar a acabar el libro y a reflexionar unos segundos, al contrario: según lo leía me iba dando cuenta de la enorme bazofia que me estaba tragando.
Y es que, como he dicho más arriba, este es un regreso a sus orígenes del peor Montgomery. En su máximo esplendor, además. No se deja nada.
- Fines que en realidad no son fines pero él corta porque quiere.
- Consistencia inexistente: personajes que son buenos o malos dependiendo de tus elecciones; desaparición del petróleo por motivos y personas diferentes según vayas por un camino u otro; incluso sucesos meteorológicos (más o menos) que ocurrirán o no en función de la decisión tomada.
- Suspensión de la mecánica de libro-juego: aquí por lo menos no lo hace tan evidente como en Las joyas perdidas de Nabooti. Simplemente, si no vas por el camino que él quiere, te mata porque sí, con una muerte absurda, impredecible e inexplicable.
- Encuentros con entidades robóticas futuristas que no vienen a cuento y que obviamente no son explicados en lo más mínimo.
- Ausencia del más mínimo interés en la búsqueda de verosimilitud: hay muchos libros fantásticos en la colección, que incluyen unicornios, fantasmas, hombres-bomba, dioses, monstruos, etc. Sin embargo, en un marco coherente y mínimamente explicado, tales encuentros son verosímiles. Aquí el punto de partida es que tienes un hermano "especial" a cuyo cerebro llega información de no se sabe quién ni dónde, y que le hace saber cosas sin razón ni explicación alguna.
- Sin olvidarnos de su moralina ecológico-pacifista-anticapitalista que nunca puede faltar.
¿Necesitáis más? Lo único rescatable de este libro es que en ocasiones es tan increíblemente malo que resulta divertido. Imaginad una historia sin pies ni cabeza protagonizada por dos chiquillos sacados de la colección Globo Azul. Eso es Peligro en la Tierra, un libro del que ni siquiera sale bien parado el normalmente brillante ilustrador Ralph Reese (quien, por cierto, se despide de la serie con este número, ya que más adelante solo dibujó dos portadas).
El único motivo para leer este libro es saciar la curiosidad de comprobar cuán malo es.
Este es otro libro que no había leído nunca antes, de buen seguro porque su ridícula portada me había alejado de él. Obviamente las expectativas no eran nada buenas, pero tengo que reconocer que es tan malo que ha logrado sorprenderme. Además, no ha sido necesario esperar a acabar el libro y a reflexionar unos segundos, al contrario: según lo leía me iba dando cuenta de la enorme bazofia que me estaba tragando.
Y es que, como he dicho más arriba, este es un regreso a sus orígenes del peor Montgomery. En su máximo esplendor, además. No se deja nada.
- Fines que en realidad no son fines pero él corta porque quiere.
- Consistencia inexistente: personajes que son buenos o malos dependiendo de tus elecciones; desaparición del petróleo por motivos y personas diferentes según vayas por un camino u otro; incluso sucesos meteorológicos (más o menos) que ocurrirán o no en función de la decisión tomada.
- Suspensión de la mecánica de libro-juego: aquí por lo menos no lo hace tan evidente como en Las joyas perdidas de Nabooti. Simplemente, si no vas por el camino que él quiere, te mata porque sí, con una muerte absurda, impredecible e inexplicable.
- Encuentros con entidades robóticas futuristas que no vienen a cuento y que obviamente no son explicados en lo más mínimo.
- Ausencia del más mínimo interés en la búsqueda de verosimilitud: hay muchos libros fantásticos en la colección, que incluyen unicornios, fantasmas, hombres-bomba, dioses, monstruos, etc. Sin embargo, en un marco coherente y mínimamente explicado, tales encuentros son verosímiles. Aquí el punto de partida es que tienes un hermano "especial" a cuyo cerebro llega información de no se sabe quién ni dónde, y que le hace saber cosas sin razón ni explicación alguna.
- Sin olvidarnos de su moralina ecológico-pacifista-anticapitalista que nunca puede faltar.
¿Necesitáis más? Lo único rescatable de este libro es que en ocasiones es tan increíblemente malo que resulta divertido. Imaginad una historia sin pies ni cabeza protagonizada por dos chiquillos sacados de la colección Globo Azul. Eso es Peligro en la Tierra, un libro del que ni siquiera sale bien parado el normalmente brillante ilustrador Ralph Reese (quien, por cierto, se despide de la serie con este número, ya que más adelante solo dibujó dos portadas).
El único motivo para leer este libro es saciar la curiosidad de comprobar cuán malo es.
Puntuación: 2'5.
Absurdo de principio a fin ! !
ResponderEliminarLa portada no puede ser más ridícula ! ! Todo un anticipo de lo que luego encontraremos dentro . . .
ResponderEliminarPara mí este libro es genial justamente por lo absurdo que es, un conjunto de bizarreadas hermosas!
ResponderEliminarMi nota es un 1 . de lo peor ! !
ResponderEliminarTerriblemente malo, peor que Sahara, por lejos. Como dices aquí, totalmente inverosímil desde el comienzo: ¡dos muchachitos sagaces sentados en un alto despacho de la Casa Blanca encomendados a solucionar un grave problema geopolítico! Al menos la secretaria de Estado que los autoriza admite que si los pillan los encierran como huevos en caja de cartón, o algo así. Un disparate total.
ResponderEliminarY si nos ponemos recios con los análisis de los lugares comunes del etnocentrismo, no salimos más. El más liviano describe al mundo árabe como rico pero tremendamente corrupto, lo cual puede ser verdad luego de un análisis pertinente, pero peligroso teniendo en cuenta el público al que va dirigido.
Gran derrape de Monty.
De acuerdo en un 100% con tu comentario. Todos los encuentros con seres fantásticos no tienen ningún sustento científico, además es una catarata de cuestiones absurdas sin explicación que vienen porque sí, como por ejemplo cuando entran a una mandala y cuando salen resuelven el caso apoyando la mandala en la arena sin dar ninguna explicación al respecto, o en otra opción, quedas atrapado dentro de la mandala para siempre. O cuando son juzgados por un tribunal espacial quien les echa la culpa de que los países en la Tierra malgastan el petróleo...ecologismo barato, absurdo, infantil y sin sentido por donde se lo mire. Punto a favor: es divertido. Le pongo un 3.
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