Autor: Shannon Gilligan.
Ilustrador: Bill Schmidt.
Fecha de publicación: 1987 (Original 1986).
Número de páginas: 54.
Número de fines: 9 (Buenos: 3 - Regulares: 4 - Malos: 2).
Sinopsis: Estás de viaje por el Caribe con tus padres y tus dos mejores amigas. En la isla de Antigua, donde pasaréis unos días, los niños locales os aconsejan no acercaros al cementerio de noche ya que hay un fantasma.
Comentario personal: A pesar de lo que puede prometer una portada con buenas ilustraciones y un halo de misterio, nada parece indicar que El puerto embrujado pasará a la historia como uno de los grandes libros de la colección Globo Azul, pero la verdad es que sería un fiel representante de historia de miedo para niños, a saber: tres niñas llegan a un lugar exótico en el que hay un cementerio al cual no hay que acercarse de noche porque se aparece un fantasma. Lógicamente, la protagonista es desafiada a ir y a partir de ahí se desarrolla la acción. Nada del otro mundo cuando tienes ya una edad, pero no olvidemos que esta colección está enfocada para un público infantil.
El desarrollo en sí es bastante previsible, aunque hay una buena parte del libro que cambia de tercio incluyendo un viaje en el tiempo (al pasado, más concretamente) y alejándose del asunto del fantasma. Clásica dispersión innecesaria, con la salvedad de que precisamente esta parte me resulta más interesante e incluso adulta que la teórica historia central del libro. Sin duda este es su mayor punto débil, ya que la propia autora no creyó suficientemente atractivo lo que (en teoría, a juzgar, entre otras cosas, por el título) debería haber sido el tema principal y decidió completarlo con otro que lo acabó superando. Curioso.
Por lo demás, algunos finales son demasiado infantiles (padres que no te creen, amigas que solo buscan asustarte, e incluso el fantasma queriendo darse un chapuzón) y en general el libro transmite la sensación de no ser nada redondo. Podría ser ligeramente excusable en libros de alrededor de 115 páginas pero en uno que tiene menos de la mitad no debería ser tan difícil. Aunque cliché, la idea original es de las que funciona, pero Shannon Gilligan se mostró incapaz de crear una obra compacta alrededor de la leyenda del fantasma.
Una buena oportunidad desperdiciada que deja un libro con altibajos que podría haber sido mucho mejor.
El desarrollo en sí es bastante previsible, aunque hay una buena parte del libro que cambia de tercio incluyendo un viaje en el tiempo (al pasado, más concretamente) y alejándose del asunto del fantasma. Clásica dispersión innecesaria, con la salvedad de que precisamente esta parte me resulta más interesante e incluso adulta que la teórica historia central del libro. Sin duda este es su mayor punto débil, ya que la propia autora no creyó suficientemente atractivo lo que (en teoría, a juzgar, entre otras cosas, por el título) debería haber sido el tema principal y decidió completarlo con otro que lo acabó superando. Curioso.
Por lo demás, algunos finales son demasiado infantiles (padres que no te creen, amigas que solo buscan asustarte, e incluso el fantasma queriendo darse un chapuzón) y en general el libro transmite la sensación de no ser nada redondo. Podría ser ligeramente excusable en libros de alrededor de 115 páginas pero en uno que tiene menos de la mitad no debería ser tan difícil. Aunque cliché, la idea original es de las que funciona, pero Shannon Gilligan se mostró incapaz de crear una obra compacta alrededor de la leyenda del fantasma.
Una buena oportunidad desperdiciada que deja un libro con altibajos que podría haber sido mucho mejor.
Puntuación: 6.
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