Autor: Ellen Kushner.
Ilustrador: Judith Mitchell.
Fecha de publicación: 1986 (Original 1985).
Número de páginas: 118.
Número de fines: 31 (incorrectamente listado como 33) (Buenos: 6 - Regulares: 17 - Malos: 8).
Sinopsis: Durante un campamento de verano pierdes una flecha en un bosque mientras practicas tiro con arco. Al buscarla, eres transportado en el tiempo a la Inglaterra Medieval, justo en el bosque de Sherwood.
Comentario personal: El primer libro de Ellen Kushner para ETPA es otro librojuego de viajes temporales. Son un clásico. Por alguna razón que no entiendo ni comparto, los autores de la colección veían mejor situar al protagonista en cualquier punto geográfico de la actualidad (los años 80, concretamente) y hacerlo viajar en el tiempo de alguna forma mágica muy poco trabajada que, sencillamente, escribir un libro ambientado en otra época. El caso de La cueva del tiempo es diferente porque hay muchos viajes temporales y son el centro del argumento, pero son muchos otros los que parten de la actualidad a una época conveniente, viaje temporal mediante. Este es uno más. ¿Tanto costaba escribir este libro exactamente como es pero saltándose la parte de la actualidad y el viaje temporal? ¿No podía el protagonista ser simplemente un chico huérfano de la Inglaterra Medieval?
La cuestión, además, es que este tipo de librojuegos suelen carecer de un objetivo concreto. Simplemente viajas al pasado por accidente, y una vez allí tratas de... ¿qué? A veces, sí, tratas de volver a tu época. Conseguirlo es lo más cercano a un fin bueno que puedo encontrar en estos libros, pero si no sacas nada positivo de tus vivencias, entonces acabas como al principio y eso es más bien un fin regular. De hecho, en muchísimos finales el protagonista simplemente se queda a vivir en esa otra época, lo cual tampoco me convence, porque en teoría tienes una familia a la que dar explicaciones y a la que deberías echar de menos. Y sin embargo, hay muchos finales en este tipo de libros en que esas simples premisas no se cumplen, y el protagonista se queda feliz en un tiempo que no es el suyo.
Lo anterior podría no ser considerado importante por algunos, y entiendo que la mente de un adolescente (el target de estos libros) no es igual que la de una persona más madura. Pero no son pocos los libros de ETPA que pasan esa prueba, y que siguen siendo atractivos para un lector ya entrado en la treintena. El desafío de Robin Hood, así como otros del estilo, desgraciadamente, no tanto. La avidez de aventuras no es suficiente motor para ningún libro, y la ausencia de objetivos hace que el reparto de fines esté desequilibrado, y que muchos de ellos sean decepcionantes.
Por lo demás, El desafío de Robin Hood es un libro entretenido en una época fascinante. El protagonismo del personaje que da nombre al título en castellano (no así en inglés) es relativo, ya que en algunas ramificaciones el famoso ladrón que robaba a los ricos para dárselo a los pobres apenas aparece, o no lo hace en absoluto. Aún así, hay otra serie de personajes secundarios interesantes que dan cierto colorido a la obra, pero ninguno de ellos aparece demasiado tiempo.
En cuanto a estructura, hay dos cosas muy originales en este libro. Una de ellas es la posibilidad de ir a una página o no (sin modificar el itinerario, porque si decides hacerlo, la siguiente página es la otra que podías haber escogido inicialmente), que un tiempo más tarde tiene consecuencias en una elección dependiendo de lo que hicieras. Otra, que ya sucedía parcialmente en En globo por el Sáhara, hace que te encuentres con un yo alternativo, concretamente el que serías si hubieras hecho otra elección diferente. Brillante, la verdad, aunque no le saca ningún rédito más allá de la anécdota.
En el apartado gráfico, debuta también Judith Mitchell, quien dibujó cuatro de los cinco libros de Ellen Kushner. Sus dibujos están bastante bien, son expresivos y nítidos, aunque en algunos casos se ven también demasiado humorísticos.
En definitiva, un libro con un buen fondo y entretenido, que si no fuera por las graves carencias que mencioné al principio podría haber sido un clásico, pero que finalmente es demasiado infantil en algunos puntos y se queda a medias en muchos otros. Aceptable.
La cuestión, además, es que este tipo de librojuegos suelen carecer de un objetivo concreto. Simplemente viajas al pasado por accidente, y una vez allí tratas de... ¿qué? A veces, sí, tratas de volver a tu época. Conseguirlo es lo más cercano a un fin bueno que puedo encontrar en estos libros, pero si no sacas nada positivo de tus vivencias, entonces acabas como al principio y eso es más bien un fin regular. De hecho, en muchísimos finales el protagonista simplemente se queda a vivir en esa otra época, lo cual tampoco me convence, porque en teoría tienes una familia a la que dar explicaciones y a la que deberías echar de menos. Y sin embargo, hay muchos finales en este tipo de libros en que esas simples premisas no se cumplen, y el protagonista se queda feliz en un tiempo que no es el suyo.
Lo anterior podría no ser considerado importante por algunos, y entiendo que la mente de un adolescente (el target de estos libros) no es igual que la de una persona más madura. Pero no son pocos los libros de ETPA que pasan esa prueba, y que siguen siendo atractivos para un lector ya entrado en la treintena. El desafío de Robin Hood, así como otros del estilo, desgraciadamente, no tanto. La avidez de aventuras no es suficiente motor para ningún libro, y la ausencia de objetivos hace que el reparto de fines esté desequilibrado, y que muchos de ellos sean decepcionantes.
Por lo demás, El desafío de Robin Hood es un libro entretenido en una época fascinante. El protagonismo del personaje que da nombre al título en castellano (no así en inglés) es relativo, ya que en algunas ramificaciones el famoso ladrón que robaba a los ricos para dárselo a los pobres apenas aparece, o no lo hace en absoluto. Aún así, hay otra serie de personajes secundarios interesantes que dan cierto colorido a la obra, pero ninguno de ellos aparece demasiado tiempo.
En cuanto a estructura, hay dos cosas muy originales en este libro. Una de ellas es la posibilidad de ir a una página o no (sin modificar el itinerario, porque si decides hacerlo, la siguiente página es la otra que podías haber escogido inicialmente), que un tiempo más tarde tiene consecuencias en una elección dependiendo de lo que hicieras. Otra, que ya sucedía parcialmente en En globo por el Sáhara, hace que te encuentres con un yo alternativo, concretamente el que serías si hubieras hecho otra elección diferente. Brillante, la verdad, aunque no le saca ningún rédito más allá de la anécdota.
En el apartado gráfico, debuta también Judith Mitchell, quien dibujó cuatro de los cinco libros de Ellen Kushner. Sus dibujos están bastante bien, son expresivos y nítidos, aunque en algunos casos se ven también demasiado humorísticos.
En definitiva, un libro con un buen fondo y entretenido, que si no fuera por las graves carencias que mencioné al principio podría haber sido un clásico, pero que finalmente es demasiado infantil en algunos puntos y se queda a medias en muchos otros. Aceptable.
Puntuación: 6.
Una trama atractiva y unos personajes muy bien caracterizados ; para mí mejor que La Guarida de los Dragones , por ejemplo , pero a años luz del brillo y la candidez de El Castillo Prohibido . . .
ResponderEliminarLe doy un 6,5 !
ResponderEliminarEste fue otro de los libros que no salió en Argentina y que gracias a tu comentario decidí leerlo hace un par de años atrás. Lo descargué en pdf en su versión original "outlaws of sherwood forest". Me pareció una ambientación única como la del "unicornio" o "el castillo prohibido". Me gustó lo del viaje temporal aunque creo que tendrían que fundamentarlo más (un agujeros negro, una discontinuidad... algo con más sustento científico). Me gusto la aparición del mago Nilrem (Merlin al revés) y la sugerencia que le da al personaje para volver a su tiempo. Muy buenos personajes secundarios. Yo le doy un 7.5.
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