16 El sendero mágico

Título original: The Magic Path (#26).
Autor: Julius Goodman.
Ilustrador: Frank Bolle.
Fecha de publicación: 1986 (Original 1985).
Número de páginas: 53.
Número de fines: 11 (Buenos: 0 - Regulares: 8 - Malos: 3).

Sinopsis: Vas en bici por un bosque con tus amigos Jenny y Michael cuando sois mágicamente teletransportados a Camelot.

Comentario personal: La única incursión de Julius Goodman en Globo Azul se saldó con un libro entretenido pero demasiado complaciente. Después de tres obras en ETPA con bastante éxito de crítica, debieron convencerle para escribir uno para niños y de algún modo se le fue la mano. Porque más allá de que sea un libro fácil con escasos fines malos (al fin y al cabo esto es habitual en la colección), el problema aquí es que la falta de un objetivo hace que tampoco haya fines buenos. Y si Goodman pensaba que era algo sin importancia considerando el lector objetivo de estos libros, desgraciadamente no es así.

Desgranando el libro en tramas, nos hallamos ante un fin que llega incluso antes de empezar, y dos grandes ramificaciones: una, ligeramente más corta, con Buffalo Bill en el Viejo Oeste; y otra, en teoría la principal, en Camelot. Dado que ambos acontecimientos suceden en tiempos y continentes muy diferentes, la aventura ni siquiera ofrece una continuidad en este sentido, dando como resultado que el sendero mágico que da nombre al libro no es diferente de la insigne cueva del tiempo: un mero (y burdo) portal a otras épocas y lugares donde todo es posible y esperar una explicación es estéril.

A pesar de todo lo anterior es justo decir que El sendero mágico logra su cometido: entretiene. Está bien escrito, cosa previsible habiendo leído otros libros del autor, muy bien ilustrado (Frank Bolle es uno de los grandes), hay un poco de humor -a veces no demasiado afortunado- y su relativamente elevado número de fines hace que las historias sean cortas y dinámicas.

Con todo, me resulta inevitable considerar este libro como una experiencia fallida. Al no tener objetivo alguno hace que no tenga mayor interés que hacer elecciones "a ver qué pasa". Ni siquiera hay un tesoro con el que toparse, solo aventuras porque sí. Por si fuera poco el que no haya fines buenos, también es difícil encontrarlos malos porque
 el hecho de perder la consciencia es otro modo de volver a la actualidad. Todo en este libro es demasiado light.

En conclusión, una obra entretenida, pero nada más. Inofensiva pero intrascendente.

Puntuación: 4'5.

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