Autor: Susan Saunders.
Ilustrador: Ted Enik (Portada de Randy Jones).
Fecha de publicación: 1987 (Original 1985).
Número de páginas: 54.
Número de fines: 8 (Buenos: 1 - Regulares: 2 - Malos: 5).
Sinopsis: De visita a tu prima Sally en Cabo Cañaveral, tu tío os está enseñando el Centro Espacial, donde trabaja, cuando recibe una llamada de teléfono. Imaginad el resto...
Comentario personal: Otro libro de ciencia-ficción en cuyas garras caí en mi más tierna infancia. A diferencia de Problemas en el espacio, este libro no está tan centrado en el espacio exterior propiamente dicho, sino que está dividido en dos grandes mitades sin demasiada (por no decir ninguna) relación entre sí: una de ellas, sensiblemente más corta (o al menos da esa sensación) sí narra distintos trances en el espacio, y de hecho es la parte más interesante en mi opinión, además de contener el único fin bueno del libro; la otra mitad, más larga, sucede en una nave espacial alienígena que secuestra al protagonista y su prima.
Desgraciadamente esa segunda parte, más larga y más floja, es la que suele venir a la memoria cuando se recuerda este libro. De los cinco fines que tiene, dos de ellos (que además son malos) pretenden tener un cierto sentido del humor que no recuerdo que me hiciera gracia ni siendo un niño. Otro queda demasiado abierto, otro concluye casi antes de empezar, y otro... bueno, es de justicia decir que ese último fin es bastante inteligente y adulto para el tono de la colección.
En general es un libro con nubes y claros, con unas cuantas cosas bastante interesantes y en cierto modo más adultas que Problemas en el espacio, pero con otras muchas demasiado infantiles. Sally está demasiado caricaturizada (típica niña mandona y metomentodo que siempre está metiendo la pata) y muchas cosas en el libro son demasiado poco realistas incluso para niños de diez años.
Las ilustraciones de Ted Enik están muy bien en términos generales, con mucho detalle algunos dibujos y más normalitos varios otros. El guiño en la ilustración de las páginas 50-51 merece una mención especial.
En definitiva, un libro entretenido pero con poco vuelo, que deberían ser dos distintos y posiblemente ambos serían mejores que el resultante, pero que merece una lectura al menos.
Desgraciadamente esa segunda parte, más larga y más floja, es la que suele venir a la memoria cuando se recuerda este libro. De los cinco fines que tiene, dos de ellos (que además son malos) pretenden tener un cierto sentido del humor que no recuerdo que me hiciera gracia ni siendo un niño. Otro queda demasiado abierto, otro concluye casi antes de empezar, y otro... bueno, es de justicia decir que ese último fin es bastante inteligente y adulto para el tono de la colección.
En general es un libro con nubes y claros, con unas cuantas cosas bastante interesantes y en cierto modo más adultas que Problemas en el espacio, pero con otras muchas demasiado infantiles. Sally está demasiado caricaturizada (típica niña mandona y metomentodo que siempre está metiendo la pata) y muchas cosas en el libro son demasiado poco realistas incluso para niños de diez años.
Las ilustraciones de Ted Enik están muy bien en términos generales, con mucho detalle algunos dibujos y más normalitos varios otros. El guiño en la ilustración de las páginas 50-51 merece una mención especial.
En definitiva, un libro entretenido pero con poco vuelo, que deberían ser dos distintos y posiblemente ambos serían mejores que el resultante, pero que merece una lectura al menos.
Puntuación: 6'5.
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