Autor: Rose Estes.
Ilustrador: Jim Holloway (Portada de Larry Elmore).
Fecha de publicación: 1985 (Original 1983).
Número de páginas: 153.
Número de fines: 23 (Buenos: 6 - Regulares: 8 - Malos: 9).
Sinopsis: Eres Galen, un adolescente humano que descubre, cuando asaltan vuestro carromato y raptan a tus padres, que la Guardia Real (formada por enanos) planea rebelarse, asesinar al príncipe y hacerse con el control del reino.
Comentario personal: Por fin Rose Estes consiguió hacer algo sensiblemente diferente a sus primeros trabajos. Aunque solo sea por la cantidad de fines y la diversidad de tramas, La rebelión de los enanos recuerda un poco más a ETPA y un poco menos a lo que, hasta este número, venía siendo la colección actual. Sin embargo, no se pueden lanzar las campanas al vuelo, ya que esta diferencia, si bien un avance, no es del todo real.
Lo que sí es indiscutible es que por primera vez en la colección un libro sale de la ya agotadora tónica de deambular por mazmorras. Sale literalmente, puesto que la mayor parte de La rebelión de los enanos transcurre en el exterior, lo cual ya es un soplo de aire fresco para variar. Al mismo tiempo, es el libro que menos parece de D&D porque el bestiario se centra más en clásicas criaturas de fantasía (hadas, brujas, enanos) y animales "normales" (un perro, ratas, serpientes, vacas) que en los monstruos y oficios habituales del juego (elfos, magos, orcos, gigantes, etc.), lo cual también le da un colorido diferente al libro respecto a los anteriores.
Junto con estas, la novedad más notable es que el libro está dividido en tres grandes ramificaciones. Por un lado, una parte (en balsa por el río) más floja porque también es la más lineal, en la que los fines llegan inmediatamente después de una elección a todas luces errónea, y si hay más de dos opciones, las restantes llevan a la misma página, simplemente cambia el modo en que el protagonista progresa. Finalmente, llega de forma inevitable al único desenlace exitoso después de haber seguido un camino muy encauzado por la autora.
Otra parte (por el bosque con un hada) parece ser ligeramente menos lineal porque al menos tiene dos finales buenos diferentes dependiendo de la última elección, pero hasta llegar a ese punto no difiere demasiado de la ramificación anterior: fines malos bastante obvios y dobles elecciones que confluyen en un mismo punto, lo cual en definitiva lleva casi a la fuerza por la senda prevista. Sin embargo, y a pesar de que el tono es en ocasiones exasperantemente infantil, probablemente sea la parte más conseguida del libro. La evolución de la relación entre el protagonista y Whimsy es acertada, y hay un encuentro con una dríada que provoca una situación magnífica, rara de ver en estos libros e incluso podría decirse que con un componente casi sexual, que por añadidura desemboca en el que tal vez sea el mejor final.
El último tercio (cautivo de los enanos) es el que tiene una mayor densidad y carga política -por así decir-, y a tenor de la información que da sobre toda la trama se ve que se trata del camino principal, pero al mismo tiempo es precisamente el menos rígido, ofreciendo muy distintas opciones tanto de fracaso como de triunfo.
Lo anterior explica por qué La rebelión de los enanos es el libro más diferente a los demás de entre los cinco primeros de la colección, libros muy rectilíneos empeñados en llevar al lector por un único camino con pocas rutas breves alternativas. Al menos este ejemplar ofrece tres grandes ramificaciones, y aunque es verdad que dos de ellas son tan dirigidas como los cuatro números anteriores, es innegable que al tratarse de subdivisiones del mismo libro logran evitar la sensación de hastío a la que tan fácilmente se llega en los otros casos, ya que no tiene nada que ver una trama de alrededor de cincuenta páginas con una el triple de larga que te obliga a pasar por casi cada una de ellas para acabar en el fin deseado (por la autora).
Por todo lo expuesto me parece que este libro es el primero de la colección que merece un aprobado. Supongo que a los aficionados al rol y muy metidos en el mundo D&D les puede causar el efecto opuesto, pero en mi caso encuentro el cambio de lo más refrescante, y aunque es obvio que el libro dista mucho de ser una obra maestra, considero que se asemeja más al concepto de librojuego que sus cuatro predecesores.
Las ilustraciones son de Holloway como en los dos primeros libros, pero no lo parece en algunos dibujos hechos como con trazo grueso y asemejando más un bosquejo que una ilustración definitiva. Con nubes y claros, no se puede decir que sea su mejor trabajo.
En conclusión, La rebelión de los enanos es un libro distinto, menos encorsetado por los cánones de Dungeons & Dragons que los cuatro primeros números de la colección y también con una estructura menos almidonada, aunque todavía demasiado marcada para libros en los que el lector debería ser el protagonista. Con todo, un avance.
Lo que sí es indiscutible es que por primera vez en la colección un libro sale de la ya agotadora tónica de deambular por mazmorras. Sale literalmente, puesto que la mayor parte de La rebelión de los enanos transcurre en el exterior, lo cual ya es un soplo de aire fresco para variar. Al mismo tiempo, es el libro que menos parece de D&D porque el bestiario se centra más en clásicas criaturas de fantasía (hadas, brujas, enanos) y animales "normales" (un perro, ratas, serpientes, vacas) que en los monstruos y oficios habituales del juego (elfos, magos, orcos, gigantes, etc.), lo cual también le da un colorido diferente al libro respecto a los anteriores.
Junto con estas, la novedad más notable es que el libro está dividido en tres grandes ramificaciones. Por un lado, una parte (en balsa por el río) más floja porque también es la más lineal, en la que los fines llegan inmediatamente después de una elección a todas luces errónea, y si hay más de dos opciones, las restantes llevan a la misma página, simplemente cambia el modo en que el protagonista progresa. Finalmente, llega de forma inevitable al único desenlace exitoso después de haber seguido un camino muy encauzado por la autora.
Otra parte (por el bosque con un hada) parece ser ligeramente menos lineal porque al menos tiene dos finales buenos diferentes dependiendo de la última elección, pero hasta llegar a ese punto no difiere demasiado de la ramificación anterior: fines malos bastante obvios y dobles elecciones que confluyen en un mismo punto, lo cual en definitiva lleva casi a la fuerza por la senda prevista. Sin embargo, y a pesar de que el tono es en ocasiones exasperantemente infantil, probablemente sea la parte más conseguida del libro. La evolución de la relación entre el protagonista y Whimsy es acertada, y hay un encuentro con una dríada que provoca una situación magnífica, rara de ver en estos libros e incluso podría decirse que con un componente casi sexual, que por añadidura desemboca en el que tal vez sea el mejor final.
El último tercio (cautivo de los enanos) es el que tiene una mayor densidad y carga política -por así decir-, y a tenor de la información que da sobre toda la trama se ve que se trata del camino principal, pero al mismo tiempo es precisamente el menos rígido, ofreciendo muy distintas opciones tanto de fracaso como de triunfo.
Lo anterior explica por qué La rebelión de los enanos es el libro más diferente a los demás de entre los cinco primeros de la colección, libros muy rectilíneos empeñados en llevar al lector por un único camino con pocas rutas breves alternativas. Al menos este ejemplar ofrece tres grandes ramificaciones, y aunque es verdad que dos de ellas son tan dirigidas como los cuatro números anteriores, es innegable que al tratarse de subdivisiones del mismo libro logran evitar la sensación de hastío a la que tan fácilmente se llega en los otros casos, ya que no tiene nada que ver una trama de alrededor de cincuenta páginas con una el triple de larga que te obliga a pasar por casi cada una de ellas para acabar en el fin deseado (por la autora).
Por todo lo expuesto me parece que este libro es el primero de la colección que merece un aprobado. Supongo que a los aficionados al rol y muy metidos en el mundo D&D les puede causar el efecto opuesto, pero en mi caso encuentro el cambio de lo más refrescante, y aunque es obvio que el libro dista mucho de ser una obra maestra, considero que se asemeja más al concepto de librojuego que sus cuatro predecesores.
Las ilustraciones son de Holloway como en los dos primeros libros, pero no lo parece en algunos dibujos hechos como con trazo grueso y asemejando más un bosquejo que una ilustración definitiva. Con nubes y claros, no se puede decir que sea su mejor trabajo.
En conclusión, La rebelión de los enanos es un libro distinto, menos encorsetado por los cánones de Dungeons & Dragons que los cuatro primeros números de la colección y también con una estructura menos almidonada, aunque todavía demasiado marcada para libros en los que el lector debería ser el protagonista. Con todo, un avance.
Puntuación: 5'5.
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